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CEN 7 días Nº 135
(18-05-2007)
Gobierno de Navarra, CEN, UGT y CCOO prorrogan hasta 2008 el vigente Plan de Empleo
Entre los objetivos, fomentar la contratación estable
Gobierno de Navarra, CEN y los sindicatos UGT y CCOO suscribieron el pasado martes la prórroga para el año 2008 del III Plan de Empleo de Navarra 2005-2007. Esta prórroga está motivada por el escaso tiempo que habrá para negociar un nuevo plan desde la formación del nuevo Gobierno hasta la aprobación de los Presupuestos Generales para 2008 en los que deben incluirse el Plan de Empleo.
IV Plan de Empleo
Gobierno de Navarra, CEN, UGT y CCOO firman el IV Plan de Empleo (2009-2012)
La rúbrica tuvo lugar el pasado 9 de enero
El Gobierno de Navarra, la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), UGT y CCOO suscribieron el IV Plan de Empleo (2009-2012), con un texto en el que la formación, la inserción de los colectivos con dificultades y la mejora de la calidad del trabajo son algunos de sus ejes principales.
 

Además del presidente del Gobierno Foral, Miguel Sanz, y el consejero de Innovación, Empresa y Empleo, José María Roig, protagonizaron la firma: el presidente de CEN, José Manuel Ayesa, y los secretarios generales en Navarra de la Unión General de Trabajadores, Juan Goyen, y Comisiones Obreras, José María Molinero.




La finalidad principal del Plan, cuyo presupuesto para el año 2009 es de 158,1 millones de euros, con lo que supera en un 8,7% al presupuesto del III Plan de Empleo para el ejercicio de 2008, que ascendió a 145,4 millones de euros, es lograr más empleo y de mayor calidad, mejorando la productividad del trabajo y la competitividad de las empresas, sin olvidar la cohesión social. Los firmantes consideran que se debe incidir principalmente sobre dos factores: la creación de condiciones óptimas para la mejora de las competencias de los trabajadores, empresarios, técnicos y directivos, de forma que se facilite la implantación de empresas o proyectos empresariales de mayor valor añadido, que fundamenten su capacidad competitiva en el conocimiento; y, en segundo lugar, articulando políticas que mejoren las condiciones de partida de los colectivos más vulnerables del mercado de trabajo, facilitando su acceso a la formación en condiciones adecuadas a sus circunstancias y a sus posibilidades.

Ejes principales del Plan

En este sentido, algunos de los ejes principales del IV Plan de Empleo son el refuerzo de los programas mixtos de formación y empleo como instrumentos que han demostrado su eficacia en la inserción de los colectivos con mayores dificultades; la apuesta por un modelo formativo de calidad que se convierta en eje estratégico de la competitividad regional; la mejora de las actuaciones del servicio público de empleo, y el mantenimiento de políticas de mejora de la calidad del empleo, tanto respecto a la estabilidad y a la seguridad, como a las opciones de promoción y mejora laboral.

Pinchar AQUÍ para ver el IV Plan de Empleo de Navarra2009-2012



Los objetivos estratégicos del Plan son potenciar el Servicio Público de Empleo desde la corresponsabilidad, conseguir una mayor calidad del empleo, mejorar la cualificación profesional, potenciar la actividad emprendedora, caminar hacia un mercado laboral más cohesionado, conseguir un Plan de Empleo insertado en la sociedad, y potenciar la responsabilidad social y medioambiental de las empresas.

Estos objetivos se articulan en una serie de medidas que se detallan en el Plan. Así, en lo que se refiere a la potenciación del Servicio Público de Empleo, se mencionan la modernización de las agencias de empleo y de los servicios centrales del SNE; el fortalecimiento del Observatorio Navarro del Empleo, mediante, por ejemplo, su difusión y coordinación con otros observatorios; la mejora de la orientación, información e intermediación laboral (que conlleva potenciar la Red Integrada de Información y Orientación, una metodología que permite poner en valor todo el sistema de cualificaciones y racionalizar los procesos de orientación laboral), y los procesos de intervención integrales con colectivos específicos (mujeres sin cualificación o con cualificaciones obsoletas, inmigrantes sin cualificación, jóvenes sin formación o con altas formaciones inadecuadas a las posibilidades de mercado, discapacitados, etc.).



Mejora de la calidad del empleo

Por lo que respecta a la mayor calidad del empleo, se abordan cuestiones como la estabilidad; la salud laboral, con medidas como el refuerzo los equipos de salud y la formación en prevención de los trabajadores; el trabajo no declarado, con algunas iniciativas como campañas de sensibilización hacia sus negativos efectos; o la calidad del sector de servicios a las personas, por ejemplo, a través de la creación de la Red de Servicios de Apoyo a las Personas y la promoción y ayuda al autoempleo y al trabajo asociado en el sector.

La mejora de la cualificación profesional contempla aspectos como la gestión de la formación para el empleo a través de la Fundación INAFRE, de carácter tripartito; la adecuación de la formación a las necesidades del mercado y de los trabajadores; la formación ligada a sectores emergentes de la economía y del conocimiento; la apuesta por la calidad, estableciendo procedimientos para la homologación de centros, programas y docentes; el desarrollo del sistema de cualificaciones y acreditaciones, a través de la Agencia Navarra de Acreditación; el reforzamiento del Centro Nacional de Referencia en Energías Renovables (CENIFER) y conversión del centro de Iturrondo en un centro innovador en materia de formación; potenciación de los planes de formación sectoriales (en aras de facilitar tanto los procesos de reciclaje profesional como la adaptación a otros sectores de aquella población ahora ubicada en sectores de riesgo); y el compromiso con la territorialización de la formación, haciendo la formación accesible al conjunto de la ciudadanía.

En el apartado referido a la potenciación de la actividad emprendedora se habla de emprendimiento, autónomos, economía social y cooperativas, o diversificación empresarial. En este sentido, se reconoce el emprendimiento como sinónimo de innovación, creatividad y capacidad para asumir riesgos. Por ello, se asumen compromisos como el de reducir las trabajas que se encuentra el emprendedor. Asimismo, también se establecen compromisos como el de promover el trabajo autónomo y el trabajo asociado, algunas de las medidas serán de apoyo al establecimiento de medidas de orientación y formación específicos para el autoempleo y medidas de asesoramiento y acompañamiento del autónomo.

Dentro del objetivo de conseguir un mercado laboral cohesionado se analizan cuestiones como la situación de los jóvenes, la igualdad de género, inmigrantes y temporeros, personas con discapacidad y centros especiales de empleo, empleabilidad de mayores de 45 años, o modelos mixtos de formación y empleo.

Otra serie de medidas, en el epígrafe “Un plan de empleo inserto en la sociedad”, hacen referencia al plan de movilidad a los centros de trabajo, la conciliación laboral y personal, el fortalecimiento de la negociación colectiva, o la resolución de conflictos laborales a través del Tribunal Laboral.

Finalmente, por lo que respecta a la responsabilidad social empresarial y al medio ambiente, se analizan la difusión del modelo de responsabilidad social de las empresas; el medio ambiente y el mapa medioambiental de Navarra; la sensibilización de empresas, directivos y trabajadores hacia la responsabilidad ambiental, y los delegados de Medio Ambiente.

Los firmantes del IV Plan de Empleo constituirán una Comisión de Seguimiento y Evaluación que estará formada por representantes de las organizaciones que lo suscriben y será presidido por la directora general de Trabajo y Previsión de Riesgos Laborales. La Comisión tendrá las siguientes funciones: establecer los indicadores necesarios para realizar un seguimiento detallado de las medidas establecidas, así como para verificar su eficacia con respecto a los objetivos, y proponer, teniendo en cuenta el entorno económico en que el Plan se desarrolla y su devenir, todas aquellas revisiones que consideren necesarias para la adaptación del Plan y de las medidas que contiene a las situaciones que surjan de la evolución de la situación.

Según se señala en la introducción, desde el año 1998, cuando se firmó el I Plan de Empleo, hasta finales del primer trimestre de 2008 se ha asistido a un incremento de la actividad en porcentajes cercanos al 28%, y a la reducción del paro hasta niveles que en algún momento han rozado el pleno empleo, además de mejorar la salud y seguridad en el trabajo y registrar importantes avances en la igualdad entre hombres y mujeres. Los beneficios del proceso de concertación social en Navarra se vislumbran al comparar cifras como la de los 198.000 trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en Navarra en 1996, con la de más de 280.700 que había inscritos en el ejercicio de 2007.

De cualquier forma, se constata que el final de 2007 supone un punto de inflexión y a lo largo de 2008 ha irrumpido una fuerte crisis, de forma que, a pesar de que la Comunidad Foral afronta la crisis desde una situación más ventajosa, los indicadores socioeconómicos presentan elementos negativos y de incertidumbre. Así, se subrayan dos retos simultáneos a lo largo de la vigencia del IV Plan de Empleo: por una parte, afrontar en el corto plazo los problemas derivados de la pérdida de empleo en la Comunidad Foral, y, al mismo tiempo, aprovechar la crisis para reorientar o cambiar el modelo productivo, y conseguir una mejora sustancial del empleo, garantizando la cobertura social de los expulsados del mercado de trabajo y logrando una rápida y eficaz reincorporación al empleo de quienes sufran las consecuencias de la crisis.




Confianza y esperanza en el futuro

El presidente Miguel Sanz enfocó la firma del IV Plan de Empleo en el contexto de la actual crisis económica, ante la que quiso transmitir un mensaje de “confianza” y “esperanza en el futuro”. Asimismo, se refirió que en esta “complicada” han de abordarse dos retos: el de “atajar” el problema de la pérdida de puestos de trabajo y el de “reorientar” el actual modelo productivo. A este respecto, el presidente del Gobierno Foral reconoció que el plan recoge “medidas oportunas” que se aplicarán con “el mayor empeño” y que, además, muchas de ellas “han demostrado su eficacia” en los anteriores planes.

Por su parte, José Manuel Ayesa definió el IV Plan de Empleo como una iniciativa “de la sociedad” y “para la sociedad”, debido a la implicación de los agentes sociales “para consensuar un plan que derive en la aplicación de políticas activas que fortalezcan nuestra situación ante la crisis y deriven en una mejor y mayor competitividad de nuestras empresas, en una mejor situación de nuestros trabajadores para encontrar trabajo y en una mejora de nuestra competitividad regional para continuar situada entre las regiones más desarrolladas de Europa”.

Sin embargo, el presidente de CEN advirtió de que estas medidas no son suficientes “para volver a la senda de creación de empleo y reducción de las tasas de desempleo”, sino que nos van a permitir “paliar los efectos devastadores de la situación económica mundial y, posiblemente, nos permitirán situarnos en una buena posición competitiva para el futuro”. Así, Ayesa afirmó que “se necesita algo más”, concretamente, un “gran Pacto de Estado que resuelva las grandes y graves cuestiones que afectan a nuestra economía”, algo que “sólo se consigue con dos elementos fundamentales: responsabilidad política y social y acuerdo compartido”.

Mientras, Juan Goyen recordó que “en momento de vacas flacas, el plan de empleo es más importante que nunca”. También coincidió en que “el plan de empleo no crea empleo por si solo”, sino que implica que “todos rememos juntos, generando actividad y siendo capaces de cambiar el modelo productivo”. En esta línea, José María Molinero insistió en la idea de que “si no hay reactivación económica real, el plan de empleo sólo tendrá efectos paliativos” y mostró su deseo de que se den las condiciones para que este plan desarrolle la plenitud de sus “potencialidades”.

Además, el consejero José María Roig repasó el Plan 2009 de Inserción y Orientación Laboral del Servicio Navarro de Empleo, que supondrá un presupuesto de 41,7 millones de euros, que beneficiará a un total de 50.302 personas y que se compone de tres líneas de actuación:

- Creación y consolidación de empleo: actuando en colectivos específicos como los autónomos o las personas discapacitadas, además de aplicarse en áreas especialmente sensibles como las zonas rurales. En este apartado, se pretenden generar 3.507 empleos.

- Actuaciones de información, asesoramiento y orientación, con 22.050 beneficiarios

- Formación para el empleo, que alcanzaría a 24.745 personas.

Este plan se enfocará en áreas prioritarias como la dependencia, las energías renovables, el medio ambiente, las TIC, la automoción, el sector agroalimentario y los sectores “bio” (Biotecnología, Nanotecnología y Biomedicina).

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