Businesseurope recomienda que España reduzca el gasto e incremente la eficiencia del sector público
La Confederación de Empresas Europeas analiza los resultados globales de los 27 estados miembro de la UE
Businesseruope, organización que representa a pequeñas, medianas y grandes empresas procedentes de 34 países europeos, afirma en el último informe del Eurobarómetro de las Reformas la necesidad de apostar por el crecimiento y de reconsiderar el papel del Estado en la UE.
Según Businesseurope en los próximos años, el éxito de la UE en su conjunto dependerá de su capacidad para promover políticas nacionales que fomenten la competitividad a nivel mundial, que restauren la sostenibilidad fiscal y estimulen tanto la inversión privada como la creación de empleo. En este sentido, admiten que con la Estrategia Europa 2020 y el Semestre Europeo, la UE ha reforzado su capacidad de acción, pero que, sin embargo, la mayor parte de los Gobiernos no han conseguido aplicar estrategias ambiciosas para restablecer el crecimiento y la competitividad y superar así los desafíos que planteado la crisis.
La Confederación de Empresas Europeas opina que las reformas más urgentes y significativas que se deberían aplicar serían la reducción del gasto y el incremento de la eficiencia del sector público, la mejora de las condiciones marco para la I+D y la innovación, el apoyo a las políticas del mercado laboral, la eliminación de las barreras normativas a la iniciativa empresarial, la inversión pública eficaz, la reforma de las pensiones y la mejora de los sistemas de negociación y fijación salarial.
Con respecto a España, que ya ha acometido la reforma del sistema de pensiones, el Eurobarómetro indica como prioridad la reducción del gasto así como el incremento de la eficacia del sector público. Así, nuestro país requiere “la introducción de un acuerdo nacional para reducir el tamaño del sector público y su gasto”. Para ello, habría que “evaluar el gasto actual y tomar medidas de eficacia y reducción de costes frente al incremento de la presión fiscal. Además de controlar el gasto de las administraciones locales y regionales”.
Asimismo, el informe publicado este mes también señala la necesidad existente en España de la revisión de las condiciones para el fomento de la I+D y la mejora de los sistemas de negociación y fijación salarial. Por último, insiste además en la creación de condiciones más favorables que fomenten la iniciativa empresarial eliminando las barreras y obstáculos con los que se encuentra hoy en día, algo que también recomienda a países como Portugal, Reino Unido, Suecia, Polonia y Grecia, entre otros.
Reconsiderar el papel del Estado
En comparación con el año pasado, se observa un “sensible” cambio de opinión del mundo empresarial. Concretamente, este año se le da más importancia a la calidad de las finanzas públicas. Algo, que según se cita en el estudio, “implica un llamamiento para mejorar la eficiencia del sector público, recortando gastos innecesarios y aplicando un enfoque renovado a las inversiones públicas”. “En estos tiempos de ajuste fiscal, -se afirma-, el mundo empresarial manifiesta la necesidad de reconsiderar el papel del sector público, para que su tamaño y nivel de intervención se ajusten a la nueva realidad económica”.
En esta línea, se explica que para que el Estado contribuya en gran medida a estimular la productividad y la creación de empleo se hace imprescindible una profunda reforma del sistema público que se concretaría en un gasto orientado a la inversión y un compromiso realista para reducir impuestos y limitar sus efector distorsionadores en la actividad económica. La Confederación de Empresas Europeas añade que en el entorno actual es “necesario” acelerar la reforma de las pensiones en los países para favorecer la prolongación de la vida laboral de manera que se garantice la sostenibilidad de los sistemas de protección social en una sociedad que envejece.
Prepararse para la innovación y la adaptabilidad
“Por otro lado, las empresas europeas insisten que en la actual fase de recuperación hay que establecer mejores condiciones marco para innovación y disponer así de más mano de obra cualificada, flexible y asequible. Para obtener mayores beneficios de la rápida evolución del mercado y de las nuevas condiciones tecnológicas es “muy importante” eliminar todos los obstáculos a la innovación y al espíritu emprendedor. La competitividad y la apertura de los mercados deben ir acompañadas de una estrategia contundente para liberar el potencial de crecimiento de las PYME.
Según afirman los empresarios, hoy en día, uno de los factores de éxito más importantes para poder competir a nivel mundial es poseer una mano de obra dotada de los conocimientos adecuados. Las políticas activas del mercado laboral “deben garantizar una mejor correspondencia entre las competencias disponibles en el mercado y aquellas demandadas por las empresas. En este sentido, recomiendan favorecer la flexibilidad salarial, reflejando mejor los niveles de productividad y las condiciones del mercado laboral, limitando la relación entre salarios y precios y fomentando la competitividad mundial. “Por consiguiente, -afirman-, deberían abolirse los sistemas de indización salarial”.
Productividad e inversión
Según el Eurobarómetro de las Reformas 2010, la UE se está quedando por detrás de los EEUU y Japón en términos de gasto en I+D y está muy por debajo de los de Estados Unidos en términos de productividad laboral. “Europa debe esforzarse por estimular su capacidad de investigación y de innovación e impulsar la competitividad industrial y e espíritu empresarial. En general los países de la UE con mejores resultados en esta categoría son Finlandia, Suecia y Austria.
España, por su parte, ha “perdido terreno” y por ello en el informe se la cita como un ejemplo de aquellos países a los que se recomienda que tome medidas para adaptar la investigación realizada por las universidades y centros tecnológicos a las necesidades del sector industrial, reforzando la colaboración público-privada, promueva la transferencia de conocimientos de la investigación básica a la aplicación tecnológica.
Comercio y competitividad
A lo largo de la última década, la UE en su conjunto ha perdido competitividad en sus costes laborales respecto a sus principales socios comerciales y ha exportado menos bienes y servicios de alta tecnología que Estados Unidos y Japón. Una realidad que los empresarios europeos califican como “preocupante ya que la fabricación tradicional se enfrenta a una mayor competencia de costes por parte de los países emergentes que las exportaciones de bienes de alta tecnología. En general, los indicadores de competitividad sitúan en primera posición a Alemania, Países Bajos, Irlanda, Austria y suecia mientras que Rumania, Estonia, Letonia, Italia y Portugal se sitúan en los últimos puestos.
Empleo, participación en el mercado de trabajo y horas trabajadas
A pesar del reto demográfico al que se enfrenta Europa, los indicadores del mercado de trabajo, en términos de tasas de empleo, desempleo y horas anuales trabajadas, muestran unos resultados inferiores a los de nuestros principales socios comerciales. Los países con mejores resultados son Chipre, Países Bajos y Dinamarca mientras que entre los que ostentan los peores se encuentran Hungría, Italia, Bélgica, Francia, Eslovaquia y España. Como se ha comentado anteriormente, Businesseurope sostiene que la prioridad para fomentar la creación de empleo y conciliarlo con el aumento de la productividad es la reforma del mercado laboral según los principios de flexiseguridad.
Finanzas públicas y sostenibilidad fiscal
La UE en su conjunto tiene un nivel inferior de deuda pública que EEUU y Japón. Sin embargo, debido al menor potencial de crecimiento y al envejecimiento de población en Europa, la carga de la deuda resultará insostenible si no se llevan a cabo acciones valientes. Los países cuyos resultados son más “preocupantes” en este sentido son Grecia, Bélgica, Reino Unido e Irlanda.
“Por otro lado, las empresas europeas insisten que en la actual fase de recuperación hay que establecer mejores condiciones marco para innovación y disponer así de más mano de obra cualificada, flexible y asequible. Para obtener mayores beneficios de la rápida evolución del mercado y de las nuevas condiciones tecnológicas es “muy importante” eliminar todos los obstáculos a la innovación y al espíritu emprendedor. La competitividad y la apertura de los mercados deben ir acompañadas de una estrategia contundente para liberar el potencial de crecimiento de las PYME.
