“El legado de la empresa familiar es el orgullo, el talento y la riqueza”
Julia Tellez, directora del Área de Empresa Familiar y miembro del Consejo Asesor de Gómez-Acebo & Pombo Abogados
Éste fue uno de los mensajes que transmitió la directora del Área de Empresa Familiar y miembro del Consejo Asesor de Gómez-Acebo & Pombo Abogados, Julia Tellez, en el III Encuentro de Empresas Familiares de Navarra, que organizaron, el pasado martes, 7 de junio, la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN) y la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar Navarra (ADEFAN).
La directora del Área de Empresa Familiar y miembro del Consejo Asesor de Gómez-Acebo & Pombo Abogados, Julia Tellez afirmó que “el legado que se transmite con la empresa familiar es, además de los activos, una reputación familiar, unos vínculos estratégicos y una forma de entender un negocio. En definitiva, orgullo talento y riqueza”.
En la jornada, se pusieron en valor las particularidades de la empresa familiar en el tejido productivo de Navarra. “Asociar a las empresas familiares exclusivamente con las pymes es un error, porque muchas empresas familiares han sorteado los obstáculos y han llegado a ser grandes compañías (como los casos de Sony o Ford)”, aseguró el presidente de CEN, José Antonio Sarría, durante la apertura de este encuentro.
Sarría también reconoció problemáticas propias de este tipo de empresa, como el riesgo de que una “disfunción familiar” distorsione la marcha del negocio, así como los problemas que surgen en estas organizaciones cuando llegan las segundas generaciones, con “puntos de vista distintos”. En definitiva, el presidente de CEN recomendó establecer protocolos para “saber distinguir la familia de la empresa”. Por ejemplo, en la familia, “la aceptación de la persona es incondicional”, mientras que en la empresa el reconocimiento viene en base a la obtención de resultados.
En la apertura del encuentro, también intervino el presidente de ADEFAN, Javier Díaz Abascal, que quiso reconocer el hecho de que “la familia asume una valentía especial al arriesgar su patrimonio en un proyecto empresarial”, poniendo de relieve valores como el “riesgo”, la “generosidad” y la “fe”, tal y como subrayó Díaz Abascal. Éste también admitió que “el objetivo fundamental de la empresa es la continuidad”, lo que le lleva a tener que innovar y “cambiar continuamente”.
Por su parte, el vicepresidente del Gobierno de Navarra y consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, Álvaro Miranda, destacó la “importante apuesta que se viene haciendo desde la CEN por la empresa familiar”, aunque también reconoció que “los retos para garantizar la supervivencia de la empresa familiar son comunes al resto de las empresas”. Es decir, “son momentos para luchar y demostrar que la empresa familiar tiene recursos propios que le pueden hacer menos vulnerable a la crisis”. Miranda señaló, además, “la empresa familiar está llamada a luchar por la internacionalización, la inversión en innovación, productividad”, así como a atender gestiones propias de la empresa familiar como “profundizar en las relaciones interpersonales y los protocolos de convivencia”.
Las redes sociales y la empresa
Posteriormente, tuvo lugar la primera conferencia del encuentro, que corrió a cargo del socio director de la consultora TATUM, Eugenio de Andrés, y que abordó la temática de las redes sociales y la empresa. Éste incidió en el relevante impacto que ha tenido la web 2.0 en las personas y las organizaciones. Un fenómeno que, tal y como explicó, se basa en el “poder” de compartir e interactuar, “generando mucho contenido”.
“Antes, la web 1.0 era un monólogo, donde sólo tenía voz el que tenía dinero”, aseguró De Andrés. Éste se refirió a cómo las empresas ponían su web, en la que “decidían quién hablaba y quién no (por ejemplo, pidiendo opiniones al usuario que luego no salían publicadas, o incluso eliminando aquellos comentarios que no les eran favorables”. En cambio, “la web 2.0 pone el énfasis en participar” y la empresa “ya no nos asusta”, porque se ha “democratizado la voz”. Así, “las fuerzas se igualan” y “los pequeños son capaces de mover a los grandes”, afirmó el socio director de TATUM.
La segunda charla de la jornada fue la de Julia Tellez que atendió las características propias de las empresas familiares y, fundamentalmente, en conseguir que la familia “sea un activo de la empresa y no un lastre”. Para que la familia funcione como el motor de la empresa, “hace falta tener una visión integral”, argumentó la consultora de Gómez-Acebo & Pombo.
Por ejemplo, uno de los retos específicos de la empresa familiar es, según Tellez, la profesionalización, que equivale a “contar con el mejor talento”, sea o no sea de la familia, con el fin de componer “la mejor orquesta”. Asimismo, otro reto puesto de manifiesto en la jornada fue el de “gestionar de forma armónica las cuestiones emocionales y las pasionales”, atendiendo que “los valores de la familia son distintos a los de la empresa”. Por ejemplo, “la familia es el afecto, la igualdad y la aversión al cambio”, sin embargo, en la empresa, “no es justo tratar igual lo desigual” y “las relaciones son contractuales”.
En este sentido, Tellez señaló que “la falta de comunicación es el mayor cáncer de las familias empresariales”, porque “hay patatas calientes que no se tratan por el miedo al conflicto”, por ejemplo, en rivalidades entre hermanos o “dedazos que no tienen el respaldo de todos, ni la legitimidad”.
La última conferencia de la jornada fue la del director en el área de Transaction Services de KPMG en España, y asesor del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), Juan Beltrán. El directivo puso de manifiesto que “queremos que las empresas familiares estén en el MAB”, aunque admitió que, por el momento, éstas “brillan por su ausencia”. Beltrán se refirió a las distintas ventajas que tienen para las pymes el hecho de cotizar en este mercado, como la “captación de fondos en un entorno de restricción crediticia del sistema bancario tradicional” o el “mayor reconocimiento y credibilidad de la compañía” (en el sentido de notoriedad, prestigio e imagen de marca).
La clausura del encuentro corrió a cargo del consejero de Innovación, Empresa y Empleo, José María Roig, que llamó a “no perder los valores propios de la empresa familiar”, como puede ser el “arraigo en la tierra”. Además, éste reclamó que las empresas internacionalicen y que ofrezcan “productos de valor añadido”, por lo que se debe “dedicar una parte del presupuesto familiar a la innovación constante”.