La jornada “¡Puedo ser empresario!”, organizada por AER, contó con la participación de estudiantes del Valle del Ebro
Setenta alumnos de segundo de Bachillerato del Instituto Valle del Ebro participaron en una nueva edición de la jornada ¡Puedo ser empresario! Una iniciativa organizada por la Asociación de Empresarios de la Ribera y la Confederación de Empresarios de Navarra que tiene como objetivo incentivar el espíritu empresarial y emprendedor de los estudiantes riberos.
El Vivero de Innovación Agroalimentario que el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Navarra (CEIN) tiene en la Ciudad Agroalimentaria fue el escenario elegido para desarrollar esta actividad, en la que los jóvenes pudieron conocer de primera mano la experiencia del empresario ribero Ricardo Guelbenzu, de Bodegas del Jardín 1851, a través de una charla coloquio.
En ella, les habló de la importancia de la formación y de estar bien preparados para enfrentarse al mundo laboral. “Hay que trabajar fuerte, y para eso hay que tener vocación y sentido de la responsabilidad porque hay que ser bueno en lo que uno hace”, afirmó Guelbenzu, quien aseguró que la “riqueza de un país son las personas, razón por la que hay que estar bien preparado”. El empresario también defendió la aventura de emprender un negocio, algo que calificó como “bonito, pero muy sacrificado”.
Durante su intervención, Guelbenzu estuvo acompañado por Natalia Muñoz, gerente de AER, quien invitó a los estudiantes a aprovechar su paso por la universidad y convertirse en buenos profesionales. “Las empresas en la Ribera necesitan trabajadores cualificados y tienen problemas para encontrarlos. Actualmente se encuentran en un proceso de transformación y necesitan gente con ideas y ganas de aprender y formar parte de un equipo”, aseguró. Por su parte, Natalia Muñoz también les dio a conocer los servicios de asesoramiento y apoyo que presta AER a aquellos emprendedores que tengan interés en desarrollar un proyecto empresarial.
Visita al Vivero
La jornada se completó con una visita al Vivero de Innovación Agroalimentario, donde Olga Romero, técnico de CEIN, explicó a los estudiantes las posibilidades, beneficios y servicios que ofrecen estas instalaciones, pensadas para el desarrollo de proyectos innovadores del sector durante sus primeros años de vida.
Durante su recorrido, los alumnos también pudieron conocer el funcionamiento de la empresa Sanygran, dedicada a la producción de alimentos proteicos texturizados así como la experiencia empresarial de Julio Marcó, uno de los promotores del proyecto. “Poner en marcha una empresa conlleva un proceso burocrático muy largo en el que hemos agradecido muchísimo toda la ayuda prestada por el CEIN. Precisamente ese servicio es lo que nos hizo venir a Tudela para embarcarnos en este proyecto”, afirmó.
Alumnos con iniciativa y talento
Juan Carlos Reinaldos Sánchez, profesor del instituto Valle del Ebro, valoró de forma muy positiva la jornada. “Los encuentros con empresarios resultan muy ilustrativos porque permiten que los alumnos conozcan de primera mano qué es emprender”, destacó, al tiempo que agradeció a AER el hacerles partícipes de esta iniciativa.
Reinaldos también apostó por el carácter emprendedor de sus alumnos. “Son personas muy activas, con mucha iniciativa propia y talento. Ahora, con 17 años, tienen todo por delante y seguro que se irán reubicando en la sociedad de distintas maneras y estoy convencido de que más de uno, el día de mañana, fundará su propia empresa”, afirmó.