La crisis económica y la quiebra del diálogo social
“La clave de la reforma laboral está en cambiar la negociación colectiva”
Jaime Montalvo, ex presidente del Consejo Económico y Social (CES)
Montalvo impartió una charla organizada por el Foro de Empresarios de Navarra, en la sede de CEN. El prestigioso catedrático en Derecho del Trabajo se refirió a la “quiebra del diálogo social” como el “daño colateral” más importante de la crisis, y analizó algunos de los puntos de la mesa de concertación de cara a la reforma laboral.
En su análisis del mercado de trabajo, y de los puntos que deberá abordar la próxima reforma laboral, Montalvo incidió el pasado miércoles, 8 de junio, en aspectos como el de la excesiva temporalidad (“el triple que en Europa”), que España parece “no ser capaz de reducir”. Pero, sobre todo, se refirió a la reforma de la negociación colectiva, donde debería residir “el 90% de la reforma laboral”, consideró el catedrático.
Según él, el Estatuto de los Trabajadores ya tiene muchos puntos donde se reconocen “herramientas muy importantes de flexibilidad”, como la posibilidad de ordenamiento de distribución irregular de la jornada o la posibilidad de formular distintas modalidades contractuales, según las necesidades de la empresa. Sin embargo, reconoció que estos instrumentos no se aplican por culpa del actual sistema de negociación colectiva.
El modelo actual se configuró para las “necesidades de un momento determinado”, cuando se recuperó la libertad sindical, y se necesitaba “fortalecer” y “crear mucho espacio” a los agentes sociales. Por eso, se constituyó “un sistema de negociación colectiva muy dirigido y muy organizado”. Concretamente, explicó el mecanismo de “concurrencia de convenios” que impide negociar en un ámbito inferior hasta que no lo autorice un convenio de ámbito superior.
Sin embargo, y aunque el resultado entonces fue “magnífico”, Montalvo reconoció que, actualmente, estas políticas de negociación colectiva, “muy centralizadas”, pueden producir un “daño serio a la productividad de las empresas”, ya que “no referencia las condiciones salariales y laborales en la realidad próxima de los procesos productivos y las empresas que lo negocian”.
En cuanto al coste del despido, Montalvo explicó que “el problema no es que a tu hijo le den 20 días de indemnización (en vez de 45 días), sino que no haya nadie que le haga un contrato indefinido”. Además, subrayó que los despidos no suponen más que el 15% de las extinciones de contrato. El otro punto analizado en la mesa de diálogo social en el que reparó fue el de la intermediación de los servicios de empleo, función afectada por la “ineficacia”, tal y como calificó el experto.
Respecto a las cotización sociales, el ponente reconoció unos “costes laborales unitarios muy mediatizados por unas cotizaciones sociales que están por encima de la media europea”, aunque advirtió de que “si el dinero no entra por un lado, tiene que salir por otro”, por lo que una rebaja de las cotizaciones podría conllevar una subida de impuestos.
Montalvo también criticó algunas “ideas geniales”, tal y como ironizó, como los modelos conocidos como alemán (kurzabeit) y austriaco. El primero de ellos consiste en que el trabajador pase de jornada a tiempo completo a parcial, como alternativa al despido. El experto alertó de la contradicción de que, actualmente, esta fórmula (ya existente en España) está “penalizando de forma tremenda” al trabajador, que por cada reducción del 33% de su jornada pierde un día de paro.
Por su parte, el “despido austriaco” equivale a un fondo individual que, con las aportaciones del empresario, el trabajador puede rescatar cuando se queda sin empleo o cuando se jubila. A su vez, el trabajador mantiene su fondo aunque cambie de una empresa a otra. Esto equivale a que las empresas, “tanto las que despiden como las que no”, van a tener que pagar más al Fogasa, para que sea éste quien pague el despido. A juicio de Montalvo, esto es un “disparate”, que “penaliza a las empresas buenas y alivia a las empresas un poco peores”.
Montalvo consideró que “cualquier reforma debe partir de un marco jurídico claro y estable”, porque, señaló, el empresario, “ante una norma compleja, no contrata. A los empresarios hay que darles unas reglas de juego claras, y que no cambien cada mes”. A este respecto, denunció la “parafernalia de contratos”, que, a su juicio, supone un “galimatías para la contratación”.
En la actual situación de crisis, y con la “cantidad daños sociales y económicos” que ha acarreado, el académico apeló a la “responsabilidad” de los agentes sociales y políticos. “Es el momento de la política con mayúsculas, y no de las estratagemas electorales”. Además, matizó, que la reforma de trabajo “no es que sea la asignatura pendiente”, sino que, al pertenecer a un sistema que cambia constantemente, debe “ir cambiando”, porque, de lo contrario, “crea ineficacias y problemas”.
Por lo tanto, “por supuesto que nuestro mercado laboral es mejorable”, afirmó Montalvo. Sin embargo, criticó el documento de Diálogo social sobre actuaciones en el mercado laboral, que recogía las propuestas del Gobierno para debatir en la mesa de diálogo social, porque “ni en una sola frase se dice que este mercado de trabajo no es eficiente y que no favorece a la mejora de la productividad”. Además, afirmó, que todo bienestar social se basa en el crecimiento de un país.
Sin embargo, Montalvo también criticó el crecimiento en empleo de los últimos años, por haber sido éste un empleo “generado desde la oferta, y no desde la demanda”, es decir, de mala calidad (y, en su mayor parte, precario), lo que ha acabado produciendo la “debacle”. En cuanto a la mesa de diálogo social, el catedrático calificó de “equivocada” la estrategia de los agentes sociales, y consideró que estos deberían haber llegado a un acuerdo, aunque sea para “mantener abierta la vía”. “Una vez que los agentes sociales hayan perdido su posición, será muy difícil recuperarla”, lamentó el ex presidente del CES.
Perfil de Jaime Montalvo
Jaime Montalvo es doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y catedrático de Derecho del Trabajo. Fue rector de la Universidad para la Paz de la ONU y rector de la UNED. En su trabajo para la Administración, destacan la Dirección del Instituto de Estudios Laborales y de la Seguridad Social, y del Insituto Nacional de la Administración Pública. Fue también presidente del Consejo Económico y Social (CES), donde presidió la Comisión de Relaciones Laborales, Empleo y Seguridad Social.